La cuenta regresiva para la histórica elección judicial ya está en marcha. El primero de junio más de 800 cargos de impartición de justicia serán sometidos a voto popular. El tiempo apremia y la elección de jueces, magistrados y ministros, el punto más controvertido de la reforma al Poder Judicial, no logra apartarse de la tensión generada entre el Poder Judicial y el Gobierno de Claudia Sheinbaum. El primero, por su intento por frenar el proceso; y el segundo, por una defensa férrea. Detrás hay un puñado de recursos legales y reformas constitucionales por parte de ambos bandos en un intento tanto de suspender su implementación, como de blindarla. El resultado está siendo un farragoso camino hasta llegar a las urnas.
