¿Habrá algo más intrascendente como bandera política, como declaración de principios, al inicio de una administración que un “bachetón”? Así han sido los primeros 100 días del gobierno de Clara Brugada en Ciudad de México. Anunciado con bombo y platillo el pasado 16 de octubre, el operativo con el cual se cubrirían todos los baches generados en vialidades primarias y secundarias de la capital está destinado al fracaso. En primera, porque es una responsabilidad ineludible, cotidiana y sin fin y, en segunda, porque en el pasado reciente la exjefa de Gobierno y ahora presidenta, Claudia Sheinbaum, también hizo sus bachetones y la realidad nos muestra que necesitamos otro en 2025.
