Hace 10 días, a José Luis Idágarra y a su pareja, Natacha Sánchez, les tocó algo similar a la lotería. Recibieron un correo de la embajada americana informándoles de que se habilitaron nuevos espacios en la agenda para solicitar la visa, y que podrían adelantar la que tenían prevista en 2026. Son citas que muchos piden con más de dos años de antelación para poder visitar, estudiar o reunirse con sus familiares en Estados Unidos. En ese mismo momento reservaron el sábado 25 de enero para tomarse las huellas y las fotos, y el 27 de enero para el último paso: la entrevista. Ninguno imaginó que este lunes no sería el día en el que estarían más cerca de conocer Norteamérica sino el día en que empezaba la congelación de visas de la Administración de Donald Trump a todos los colombianos, después de que Gustavo Petro, presidente de Colombia, rechazara el aterrizaje de dos vuelos con migrantes deportados. “Estamos en un limbo muy difícil”, cuenta por teléfono este joven de 28 años. A las 9.45 de la mañana irá igualmente a ver si “alguien da más explicaciones” en ese turno que les deben.
