La brutal arremetida de la guerrilla del ELN contra un grupo disidente de las extintas FARC en el Catatumbo, que en solo una semana ha dejado un saldo de 60 muertos y 40.000 desplazados, llevó al Gobierno de Gustavo Petro a remplazar su política de paz total por una improvisada estrategia de guerra. “Le corresponde al Ejército actual, al Ejército de la Constitución, salvar y proteger a la población del Catatumbo del ELN, su asesino. El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá”, escribió el presidente en sus redes sociales. Petro, además, suspendió los diálogos con esa guerrilla y la Fiscalía reactivó las órdenes de captura contra sus principales cabecillas, incluido alias Pablito, el mayor responsable de la ola de sangre.
